Sin duda alguna vez has experimentado relaciones de pareja en las que te has sentido preciosa, bella, una Diosa…
En cada cita con tu persona especial te has sentido radiante, nerviosa de ilusión, entusiamada, feliz…Y has acudido feliz, muy segura de tí, a su encuentro, sintiéndote la más bella de las mortales para él.
El tiempo a su lado pasa muy rápido, sonríes sin saber ni porqué, y es que la felicidad te embarga , esa hermosa sensación de paz, de alegría, de sentirte plena, la magia de la simpleza de los pequeños momentos…
Enhorabuena! Esta relación es de emponderamiento, una bella conexión álmica entre los dos que os eleva y que os conecta a la belleza de vuestro ser, a vuestra esencia, a compartir la hermosura de los pequeños momentos, porque os habéis descubierto desde los ojos del corazón y el Amor envuelve cada gesto, cada palabra, cada pensamiento, cada sensación…
Sin embargo también habrás experimentado relaciones donde has acudido a cada cita sintiéndote fatal de apariencia física, cada vez que has compartido tiempo con esta persona no te has sentido radiante, tampoco te ha transmitido por su parte durante vuestros encuentros el hacerte sentir especial.
Quizás incluso a veces cuando le has manifestado en voz alta que estas fatal,que no te gusta como has vestido, que tienes mal aspecto ó que llevas el pelo horrible ( por ejemplo ) , él te ha dedicado palabras de adulación pero tú has sentido que eran “huecas”, y en tu interior has seguido sintiendote «no bella»: no hermosa, no divina, no merecedora, “insuficientemente” guapa siempre…
No hay mucha complicidad entre los dos, los silencios son incomodos, parece que surgen los malentendidos y sientes que no te comprende, ó quizás no le comprendes tú…Sientes que no puedes compartir plenamente tus pensamientos y sentimientos con él , te sientes a veces coartada para expresarte…temes ser Tú con total libertad…Secuestras tu propia esencia, te sacrificas.
Y ahi empiezan a aflorar el surtido de miedos varios respecto a no gustarnos con que el ego de baja estima puede atacar : » No le gusto, se fijara en otra mejor, bla,bla,bla», lo cual con el tiempo puede conducirnos a una espiral de celos, miedos, inseguridades y otros fantasmillas que terminan contaminando la relación ya que este tipo de circunstancias propician el apego y el enganche al guión, porque nuestro ego nos intenta conducir a un “salirnos con la nuestra” “enamorarle” , “gustarle”,buscamos sentir el apego de la otra persona, la dependencia…
Tampoco sucede nada porque se “contamine” la relación: fuera dramas! Es parte del guión, y tocaba vivir y sanar “eso” justamente lo que haya sucedido, permite que afloren todas esas sensaciones para poder detectarlas y sanarlas,a fin de cuentas “eso” también eres tú…
La relación terminará ó no, saldaremos karmas , integraremos la sabidurí de esta lección de vida y continuaremos…
Resulta también curioso que a veces justo este tipo de parejas que nos potencian este sentimiento de desmerecimiento, de no gustarnos, son personas de lo más corriente, sin ningún encanto especial, incluso podemos llegar a pensar “no es mi tipo para nada” tanto en lo relativo al físico, el estuche con que se presenté, como a su modo de ser, de expresarse, aficiones,etc…Puesto que en nuestra fase de no sentirnos merecedoras llegamos a sabotearnos hasta el punto de atraer a personas que potencien este sentimiento, le estamos gritando al Universo un “no me gusto”, “no me merezco a alguien mejor” y el Universo nos aporta personas que realmente tampoco son de nuestro gusto, para que nos demos cuenta que no nos estamos gustando a nosotras mismas, y nos olvidamos durante un tiempo de manifestarnos como lo que somos: Diosas, bellas, radiantes, amorosas, merecedoras…
Son relaciones para sanar, que nos ayudan a crecer, a emponderarnos, a recuperar nuestro centro, regresar a ser la Diosa que somos, recordar nuestro sagrado femenino.
El otro es simplemente un espejo de aquello que sentimos que somos.
Con el tiempo incluso aprenderás a identificar aquellos que ya no se corresponden a espejo de tu ser, sabrás que ya no va contigo ese tipo de historias, entonces sucede que igual como aparecen se esfumaran, porque ya no precisaras vivir ni repetir ese tipo de vivencia, con lo que serán meros actores secundarios, «extras» en la película de tu vida.
Son experiencias, vivencias, puedes aprender a detectar tus sensaciones y sentimientos cuando estés con tu pareja, detecta si te sientes Diosa ó si te sientes “todoloopuestoaDiosa”, la vida es simple, las relaciones también..
Estés en el tipo de relación que estés, hayas tenido el tipo de relaciones que hayas tenido, empieza ya a manifestar esa Diosa que eres, el guión lo escribes tú.
Siéntete Aquí y Ahora Divina y Ámate porque el Universo ya te ama, sólo que no te has dado aún cuenta de cuanto Amor eres, permítetelo!
Lyly -ReConectacuentos
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